Es un artefacto especialmente adecuado contra “Emitir objeciones prematuras”.
Lo importante de este artefacto es la actitud, no el órgano al que se refiere: las personas sordas también pueden escuchar. Es algo que tiene que ver con el silencio interior y con volvernos permeables a lo de “el otro”, para que tenga la oportunidad de integrarse con nuestra capacidad de comprensión.
Geert Bettinger habla de “quedarse quieto” para escuchar “al otro”.
Identificado en el Inventario de Artefactos de Lorenzo Casellas López como ART.053. Ilustración generada con Gemini.